Realmente pensamos que lo solucionarían… pero no. Se está produciendo otra huelga en Las Vegas, esta vez en Virgin, justo antes de la gran carrera de F1, y el momento seguramente no es una coincidencia. No lo malinterpretes, realmente apreciamos la posición de los trabajadores. Y queremos que todos los que trabajan para ganarse la vida ganen un salario razonable. Pero no podemos dejar de notar que los sindicatos se han acostumbrado a utilizar grandes eventos como el Gran Premio para coaccionar a los complejos turísticos que los emplean y manipular la situación en su beneficio.
Todo eso está muy bien. Se podría decir que la última huelga de Las Vegas es una táctica inteligente y legítima, y muy bien puede serlo. Después de todo, sin los trabajadores estos complejos turísticos no podrían cosechar las enormes ganancias que Fórmula 1 los trae. Sin embargo, desde la perspectiva del complejo, los trabajadores no tendrían ningún ingreso si no fuera por su riesgo, inversión y operación… todo lo cual cuesta dinero. Así que, sin nuevas conversaciones programadas, la huelga indefinida (la primera de su tipo en Nevada desde 2002) no muestra signos de ceder.
Estamos a sólo una semana de la carrera y alrededor de 700 trabajadores en virgen las vegasincluidos los encargados de las habitaciones de huéspedes, los camareros de comida, los camareros y el private de cocina, ahora están en los piquetes frente al complejo. El momento de la huelga plantea un desafío importante para la cadena hotelera, ya que se espera que la carrera de F1 atraiga a cientos de miles de aficionados a la ciudad. Sin embargo, dado que ambas partes se mantienen firmes, no hay indicios de que se reanuden las negociaciones.
El Sindicato de Trabajadores Culinarios, que representa a unos 60.000 miembros en todo el estado, está presionando para obtener aumentos salariales y mejores beneficios, buscando condiciones similares a las obtenidas por otros sindicatos locales. casinos el año pasado. Virgin Accommodations ha calificado los términos negociados por otros casinos, como aumentos salariales del 32% en cinco años, “económicamente insostenibles” para sus operaciones. La compañía insiste en que está comprometida a llegar a un “acuerdo razonable” para esta última huelga de Las Vegas para todos sus 1.710 empleados, pero acusa a los dirigentes sindicales de estancarse y negarse a participar en “negociaciones significativas”.